¿Qué es más importante la actitud o la aptitud?

actitud vs aptitud

La importancia de la actitud frente a la aptitud.

Todas las empresas buscan crear sus equipos lo más potentes posible, pero ¿Cómo se puede conseguir?

En este post vamos a ver una gran diferencia entre la actitud y la aptitud de las personas que forman el equipo, porque debemos tenerlo en cuenta a la hora de formar nuestro propio equipo.

¿Qué es la aptitud vs la actitud?

Lo primero que quiero que diferenciemos en este post es la actitud, comparándola con la aptitud, porque son dos conceptos muy diferentes.

  • La aptitud: son todas las habilidades que podemos aprender mediante la formación y la experiencia, por ejemplo, un trabajador con una buena aptitud es aquel que tiene la formación necesaria, y que puede complementar bien las tareas que tiene que llevar a cabo, porque ha desarrollado las habilidades necesarias.
  • La actitud: es la predisposición que tenemos nosotros para realizar diferentes tareas, por ejemplo, un trabajador con una buena actitud estará dispuesto a aprender lo que sea necesario y trabajará con ganas.

¿Qué es más importante la actitud o la aptitud?

Una vez hemos podido diferenciar la actitud y la aptitud, podemos pasar al segundo aspecto. En este conoceremos que es más importante la actitud o la aptitud.

Debemos tener en cuenta que sin una buena formación sería muy difícil poder realizar diferentes tareas, pero no por esta razón la aptitud es más importante. La actitud con la que te enfrentas a las tareas que realizas tu día a día es más importante que la aptitud.

¿Por qué es más importante la actitud? Porque una persona con una buena actitud estará dispuesta a aprender lo que sea necesario y desarrollar sus habilidades. Por el contrario, una persona con mala actitud aunque tenga buena formación, no desarrollará sus habilidades necesarias, y será perjudicial en las tareas que realice.

Diferentes tipos de actitud.

El tercer aspecto es conocer los diferentes tipos de actitud que se pueden encontrar en una empresa. En este punto no vamos a hablar de una actitud positiva o negativa, porque entran muchos más factores para poder diferenciarla.

  • Un trabajador con buena actitud:
    • Estará dispuesto a desarrollar las habilidades necesarias.
    • Estará dispuesto a aprender aquellos conceptos que no conozca.
    • Intentará resolver de la forma más óptima los inconvenientes o problemas que puedan surgir en la empresa.
  • Un trabajador con mala actitud:
    • No presentará una buena disposición para desarrollar habilidades necesarias para su puesto de trabajo.
    • No estará dispuesto a aprender nuevos conceptos, o lo podrá hacer pero presentando muchos inconvenientes.
    • Los problemas que no sepa cómo resolver, delegará sin haber buscado antes la solución.

Con estos tres puntos que hemos tratado en el post, hemos podido conocer la importancia de la actitud frente a la aptitud. Ahora te toca decidir a ti, ¿Qué prefieres actitud o aptitud?

Si después de leer este post estás pensando en implementar estas medidas, puedes contactar con nosotros, estaremos encantados de ayudarte.

Autor: Rafeta Pallarés.