¿Cómo podemos preparar los cambios generacionales para que no afecten a la empresa?
En todas las empresas surgen cambios generacionales, como ocurre en la sociedad misma. Para que estos cambios no afecten al rendimiento de la empresa hay que preparar un plan de cambio generacional.
Elementos indispensables.
Podemos identificar algunos elementos que no pueden faltar para preparar el proyecto de cambio:
- Ser realistas: se deben plantear retos organizacionales, manteniendo los pies en el suelo. Los fracasos pueden hacernos perder la energía y aumentan la frustración de nuestro equipo.
- Contar con la dialéctica natural de los procesos de cambio, adaptándose a los cambios que puedan surgir.
- Toda estrategia debe estar basada en los valores de la organización.
- Preparar un buen plan para comunicar a los implicados todas las novedades.
- ser capaces de aceptar cierto grado de diferencia de opiniones, sobre todo al principio del proceso.
Consecuencias negativas.
Las consecuencias negativas más importantes para la empresa, por la repercusión de estos cambios, son:
- Aumento del absentismo laboral, por no adaptarse bien a los cambios.
- Pérdida de motivación y satisfacción laboral, disminuyendo la creatividad del equipo.
- Disminuye el orden y la limpieza de la empresa.
- Incremento de la rotación de los puestos, perjudicando al rendimiento del equipo.
- Deterioro de las relaciones interpersonales y, con ello, disminución del rendimiento del equipo.
- Falta de cooperación entre compañeros.
- Necesidad de aumentar la supervisión del equipo, por el aumento de la falta de cooperación y confianza.
- Aumento de los conflictos en el lugar de trabajo.
Obstáculos más relevantes.
Las organizaciones, por naturaleza, tienden a resistirse al cambio. Pero las barreras que las empresas crean contra los cambios no solo surgen del interno de mantener unos niveles de productividad establecidos, si no que, con frecuencia, el cambio va a suponer conflictos entre el equipo y puede perjudicar al rendimiento de la empresa.
Los obstáculos más relevantes son:
- La tendencia estructural de la empresa a la estabilidad, dependiendo del diseño organizacional y su cultura.
- Barreras económicas y compromisos adquiridos. Por ejemplo, recursos disponibles limitados, inversiones fijas y convenios interorganizacionales.
¿Cómo tratar las resistencias organizacionales?
Las resistencias que pueden entorpecer un proceso de cambio organizacional también pueden tener su lado positivo, si sabemos el modo adecuado de trabajarlas.
Por una parte, pueden servir como elemento de control para evitar situaciones de caos provocadas por un cambio que llegue demasiado rápido. Por otra parte, podemos utilizar estas resistencias como guía que nos indique la dirección de nuestros primeros pasos para iniciar el proceso de cambio. Algunos elementos para tener en cuenta son los siguientes:
- Las resistencias que surgen en los primeros momentos son naturales.
- La formación de un equipo para trabajar estas resistencias.
- Crear un clima organizacional que permita tratar el aspecto afectivo.
- Comprender el origen y los motivos de las resistencias, y habremos dado el primer paso para mejorarlas.
Conclusión.
Todas las empresas sufren estos cambios, pero si se preparan bien pueden superarlos con facilidad.
Si después de leer este post estás pensando en realizar un plan para llevar a cabo los cambios generacionales, puedes contactar con nosotros, estaremos encantados de ayudarte.
Autor: Rafeta Pallarés.